domingo, 29 de julio de 2012

CONOCIENDO LAS PIRAMIDES

EL ORIGEN DE LAS PIRAMIDES
A finales del IV milenio a.C., los primeros reyes de Egipto se hacían enterrar, junto a decenas de servidores sacrificados, en tumbas que luego tomaron un carácter colosal: las pirámides, por las que los faraones alcanzaban el firmamento y se reunían con los dioses.

Los primeros reyes de Egipto se hacían enterrar junto a decenas de servidores sacrificados en tumbas que luego tomaron un carácter colosal: las pirámides, por las que los faraones alcanzaban el firmamento y se reunían con los mismos dioses. El origen de las pirámides ha de buscarse en el Alto Egipto, al sur del país, lugar de origen de la monarquía faraónica. A finales del IV milenio (entre 3200 y 3100 a.C.), el valle del Nilo estaba en plena efervescencia. Por todas partes comenzaban a aparecer entidades políticas de distinto calado y con diversos grados de madurez, desde Nubia hasta el Delta. Los más consolidados de estos centros terminaron siendo Hieracómpolis, Abydos y Nagada, distribuidos en torno a la región de Tebas. Sin embargo, las ambiciones territoriales de estas tres entidades políticas chocaron entre ellas. Del conflicto salió triunfante un linaje originario de Tinis, cerca de Abydos, que se convirtió en la primera dinastía de un Egipto unificado, inaugurando el llamado período Tinita, que comprende las dos primeras dinastías faraónicas. Uno de los elementos utilizados por estos monarcas para dejar constancia de su dignidad como faraones fueron sus enterramientos. Éstos se localizaron en Abydos, convertida en la necrópolis de todos los soberanos de la primera dinastía faraónica y de los dos últimos de la dinastía siguiente. El primer elemento distintivo de las tumbas predinásticas es la orientación de los cuerpos de los difuntos, que siempre encontramos dispuestos de norte a sur (en el sentido del Nilo) y con la cabeza mirando al oeste, el lugar donde se ponía el sol y se situaba el mundo de los muertos. El segundo rasgo característico de estas sepulturas se relaciona con la crecida del Nilo, un fenómeno muy presente en la ideología faraónica. Desde tiempo inmemorial, los habitantes del valle del Nilo enterraban a sus muertos en la arena del desierto, evitando la valiosa tierra fértil de los cultivos. Los egipcios observaron con sorpresa que como resultado de la acción secante de la arena, que se bebía los fluidos de la descomposición, estas momias naturales conservaban intactos los rasgos del difunto. Esto sólo podía significar que enterrarse bajo una colina preservaba de la muerte, por lo que los nuevos soberanos decidieron que era imperativo situar sus tumbas bajo un montículo. Uno de los elementos más sorprendentes de los enterramientos reales tinitas es el gran número de servidores que eran sacrificados junto al faraón; hasta 590 se han contabilizado en torno a la tumba de Djer (tercer faraón de la dinastía I), según las últimas excavaciones llevadas a cabo por un equipo alemán. Durante la dinastía II, los faraones tinitas decidieron enterrarse en Saqqara, junto a Menfis, la capital. Saqqara fue la necrópolis real de las primeras dinastías. Fue aquí donde Djoser, faraón de la dinastía III, levantó su complejo funerario en piedra, que imita la residencia real de Menfis e incorpora por primera vez una pirámide escalonada.


 



QUE SON LAS PIRAMIDES



 Las pirámides de Egipto son, de todos los vestigios legados por egipcios de la Antigüedad, los más portentosos y emblemáticos monumentos de esta civilización, y en particular, las tres grandes pirámides de Guiza, las tumbas o cenotafios de los faraones Keops, Kefrén y Micerino, cuya construcción se remonta, para la gran mayoría de estudiosos, al periodo denominado Imperio Antiguo de Egipto. La Gran Pirámide de Guiza, construida por Keops (Jufu), es una de las siete Maravillas del Mundo.







 CONSTRUCCION DE LAS PIRAMIDES





Las pirámides muestran, para su época, el gran conocimiento de los técnicos egipcios y la capacidad organizativa necesaria para construir tales monumentos con medios muy simples; pero nada parece indicar que hiciera falta una tecnología superior a la que disponían los egipcios representada por "ingenios" de madera, trineos e, hipotéticamente, usando la rueda, en forma de rodillos de madera y rampas.
No se sabe con certeza cómo se construyeron las pirámides, pues no han perdurado documentos de su época que lo describan. Además, se utilizaron diversos materiales (piedra escuadrada, piedra sin tallar, adobe) y variadas técnicas en la construcción de sus núcleos (apilamiento de bloques, muros resistentes conformando espacios rellenos de cascotes, etc.)

La hipótesis más aceptada es la siguiente: previamente se procedía a aplanar el terreno rocoso, y excavar canales para inundarlos de agua y así poder marcar líneas de nivel con las que se preparaba una superficie horizontal. Después se rellenaban los surcos. A continuación se excavaba la cámara subterránea y se comenzaba la edificación. La mayoría de los bloques de piedra eran cortados en canteras próximas al lugar de construcción. Se transportaban otros de las canteras del sur del país con ayuda de gigantescas barcazas. Los bloques se colocaban a continuación sobre trineos y se arrastraban hasta su emplazamiento definitivo.